El pasado lunes 25 de junio se cumplieron dos años desde el asesinato a la joven lesbiana de 23 años, Nicole Saavedra. La torturaron y desaparecieron por días. La investigación fue débil y no llegó a ningún culpable.
Nicole esperaba la micro para volver a su casa después de una fiesta cuando fue secuestrada. Cuando encontraron su cuerpo en el Embalse Los Aromos, en Limache, se notaban señales de tortura. Su familia aseguró que el motivo del crimen fue odio lésbico.
Las agrupaciones lesbofeministas y su familia se han movido para obtener resultados, lo más reciente es que removieron al fiscal Emilio Gatica, que mantuvo el caso sin imputados durante todo este tiempo.
Según su prima, María Bahamondes, hay pruebas contundentes como el ADN de un asesino, como para que se hagan las diligencias del caso. Sin embargo, la negligencia de los servicios de justicia se ha hecho notar.
El cambio del fiscal y el traslado de la causa a Quillota es resultado de las movilizaciones que se han llevado a cabo, que generaron presiones en el fiscal nacional Jorge Abbot. De no ser por esto, la causa probablemente seguiría descansando en algún archivador.
Desde ahora, la familia aseguró creer que van por buen camino y dejarán al fiscal hacer su trabajo.
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